Mientras más conozco al hombre….
R.Baldayac
Charles de Gaulle, famoso general y estadista francés, una de las figuras más influyentes en el pensamiento político de su nación y en la historia del proceso de construcción de la Unión Europea, es el autor de la emblemática frase: “Mientras más conozco a los hombres, más amo a los perros”.
La expresión sale a colación este 21 de julio en ocasión de celebrarse el “Día Mundial del Perro”, un animal que han acompañado al hombre por muchos años, y que después de lograr domesticarlos fue posible obtener la sólida relación que tienen ahora.
Actualmente existen unos 300 millones de perros en el mundo. Desde que los lobos se domesticaron, los perros han evolucionado tanto en su aspecto como en su carácter hasta haber alrededor de 400 razas caninas, que son fruto de la selección genética.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 70% de los perros en el mundo no tienen un hogar.
Hoy en día contamos con perros de compañía, pastores, bomberos, policías, perros-guía, de rescate y “terapeutas” de niños autistas o de ancianos; canes trabajadores que podemos encontrar en calles, campos, hospitales o residencias geriátricas.
Los perros policía trabajan en funciones como la detección de drogas y explosivos, así como en labores de defensa y ataque.
Sin embargo es en cine donde se pone de manifiesto la inteligencia de los perros protagonizando películas divertidas y aleccionadoras para disfrutar en familia.
Los caninos han sido protagonistas de 9 películas nominadas a los Óscar. ¡Uggie era un actor tan talentoso que incluso es el único perro que ha ganado un premio Óscar!
Este “jack Russell” tan talentoso hizo su debut junto a Robert Pattinson y Reese Witherspoon en “Agua para elefantes” (Water for Elephants) en 2011, pero realmente se robó las cámaras en “El artista” (The Artist) de 2012, donde fue protagonista junto a Jean Dujardin.
A pesar de que no pudo aceptar el premio él mismo, se le permitió acceder al escenario con Jean e inmortalizó sus huellas en el Paseo de la Fama de Hollywood.
También a los canes se le asocian otros días como son: Día del Perro Sin Raza (28 de mayo), Día de llevar al Perro a la Oficina (21 de junio), Día Internacional del Perro Callejero (último domingo de julio), Día del Perro Adoptado (23 de septiembre) y Día del Perro de Trabajo (6 de diciembre).
Es importante señalar que el perro es conocido desde tiempos remotos en Egipto y Mesopotamia, donde llegó a ser un objeto de culto.
De manera que los egipcios y habitantes de Asia Occidental fueron pioneros respecto a la crianza de perros, sobre todo de mastines y galgos.
En la Roma imperial, ya existían muchas de las razas de perros que se conocen en la actualidad. El letrero Cave Canem, o cuidado con el perro, se podía leer en los hogares de aquella época. Y es que el perro, antes que animal de compañía, fue compañero de trabajo de las personas.
La lengua española lo define como animal mamífero doméstico de la familia de los cánidos, de fino olfato y leal a su dueño.
Coloquialmente hablando es un insulto. Un perro es una persona despreciable, dañina. La palabra perro o perra se usa para referirse a un hombre que se porta mal con su pareja o de una mujer promiscua que se prostituye.
¿Quiénes son los perros en la Biblia? En los tiempos bíblicos no era tan apreciado como ahora, pues se le consideraba un animal vagabundo que se alimentaba de desperdicios y cadáveres, (Éxodo 11:7; 22:31; Salmo 59:14, 15).
Se le usaba para defender los rebaños, cuidar las casas (Job 30:1; Isaías 56:10), útil para la eliminación de residuos, pero por su misma naturaleza, era sucio y potencialmente transmisor de enfermedades, por lo tanto, no podía tocársele sin quedar contaminado.
Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento los perros eran sin duda alguna animales semisalvajes que deambulaban fuera de los muros de las ciudades a la espera de que les arrojasen basura o animales muertos.
El término “perro” se usa en la Biblia como una figura casi siempre de connotación peyorativa, (despectivo). Representa la miseria y la ruina (1Reyes 14:11; 16:4): El hombre despreciable (1 Samuel 17:43). La humildad excesiva e insignificante (2Reyes 8:13).
La expresión “perro muerto” y “cabeza de perro” indican un objeto indigno (1Samuel 24:14; 2 y 3:8; 9:8; 16:9). El salmista tilda de perros a sus enemigos (Sal. 22:16, 20) e Isaías a los dirigentes religiosos irresponsables (Isaías 56:10, 11). Para los judíos los gentiles eran perros, por su estilo de vida, (Mateo 15:26; Marcos 7:27),
Según Apocalipsis 22:14-15, los que guardan los mandamientos son los únicos que tendrán acceso a la Santa ciudad de Jerusalén. Calificando como perros a los desobedientes a la ley de Dios.
“Más los perros estarán afuera, y los hechiceros, y los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y cualquiera que ama y hace mentira” (Apocalipsis 22:14-15).
Como hemos visto, los perros bíblicamente son símbolo de una persona vil, desvergonzada, que lleva una vida desordenada, sin ningún control, contraria a los mandamientos de Dios.
La Palabra de Dios nos dice que: “El discurso ha terminado. Ya todo ha sido dicho. Teme a Dios y cumple sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre” (Eclesiastés 12:13 DHH)
Juan Calvino, teólogo y filósofo francés, uno de los gestores de la Reforma Protestante, del siglo XVI junto a Martin Lutero, origen de la ruptura (cisma) con la iglesia de Roma, dijo lo siguiente:
“Un perro ladra cuando su amo es atacado. Yo sería un cobarde si es atacada la verdad de Dios y permanezco en silencio”. ///
